La experiencia de un campeonato
Esta semana se disputará en Zaragoza el Campeonato de España Infantil de Selecciones Autonómicas, una experiencia inigualable para los más de cuatrocientos chicos y chicas que asistirán a esta cita. Sin duda una oportunidad única para divertirse practicando su deporte favorito, conocer gente y lugares diferentes, compartir, convivir y trabajar en equipo para intentar conseguir un objetivo común con el orgullo o el privilegio de vestir la camiseta de su comunidad.
No es nada fácil poder llegar a forma parte de una selección territorial, detrás quedan muchas concentraciones/entrenamientos donde cada vez el grupo de “elegidos” se va haciendo más reducido. En este sentido, muchos chicos y chicas con cualidades para jugar al basket y que curraron por estar ahí ven truncado un sueño porque sólo 12 jugadores/as pueden integrar dichas selecciones.
Selección infantil masculina de Castilla La Mancha 2013
Para los seleccionadores es fácil planificar entrenamientos que marquen un estilo o una idea de juego, siempre adecuándose por supuesto a las características de sus jugadores o previendo los problemas que se puedan encontrar en el campeonato, lo que no es tan fácil es confeccionar la lista definitiva de la selección, sobre todo cuando se trata de chicos que tienen un perfil parecido y son pequeños detalles técnicos, tácticos, físicos o de hábitos adquiridos los que decantan la balanza hacia un jugador u otro, siempre teniendo en cuenta que los chicos seleccionados, no sólo poseen talento para el baloncesto, sino que también disponen la capacidad de adaptación para poder coordinarse con otros jugadores distintos a los de su equipo habitual o desempeñar otro rol diferente al del equipo de su club o escuela.
De la misma manera que es un placer poder entrenar con todos los jugadores preseleccionados, porque son chicos que asimilan rápidamente cualquier concepto por su facilidad de aprendizaje y su motivación, es una tarea ardua, laboriosa y complicada para el entrenador tener que hacer lista de la selección.
Una vez realizados los concentraciones/entrenamientos y terminar de definir o perfilar la forma de juego del equipo (estableciendo un orden táctico global pero dando importancia a la creatividad e iniciativa de los jugadores), sólo queda contar las horas que quedan para coger el autobús y desplazarse a tierras mañas para respirar basket por los cuatro costados con un ambiente donde se vive la verdadera esencia del deporte.