La cohesión de equipo.

11.06.2014 12:49

 

Carron define la cohesión como: “proceso dinámico que se refleja en la tendencia grupal de mantenerse juntos y permanecer unidos en la persecución de sus metas y objetivos”. La cohesión sería por tanto la atracción que ejerce la condición de ser miembro de un grupo.

 

De forma resumida la cohesión se mostraría asociada a los siguientes factores:

1.      Sentimiento de pertenencia grupal.

2.      Atracción por el grupo en un sentido general.

3.      Conformidad con sus normas, metas y objetivos.

4.      Identificación con el grupo.

 

El clima y la cohesión, íntimamente relacionados como fenómeno grupal, son aludidos en cantidad de ocasiones por las personas que forman parte del entorno deportivo (periodistas, formadores, directivos, deportistas, técnicos...) sin a veces tomar en cuenta la verdadera dimensión, la totalidad del conjunto de factores y variables que intervienen.

 

Su conocimiento y consideración nos posibilita la actuación sobre estos factores y variables para conseguir una mejor cohesión y, de este modo, las consecuencias siempre positivas que se derivan de ella.

 

Podemos hablar de un equipo cohesionado cuando sus miembros poseen un destino común, metas individuales, colectivas y realistas cuya consecución pasa por aunar esfuerzos colaborando en la realización de las tareas del grupo, a veces incluso en perjuicio de intereses propios. La interacción es la esencia de la cohesión. Para lograr esta interacción mediante la implicación del individuo, éste ha de tener un sentimiento de pertenencia al grupo, de diferenciación con respecto a otros y de satisfacción por formar parte de él.

 

Así, si en un equipo deportivo encontramos que jugadores y técnicos comparten objetivos, interactúan siendo conscientes de la necesidad de las aportaciones de todos para conseguirlos y además obtienen satisfacción por sus esfuerzos y relaciones con y para el grupo, se puede afirmar que ese equipo afrontará los entrenos y competición en las mejores condiciones posibles para la consecución de sus objetivos (sean éstos de resultado o de rendimiento) y se hará o será más impermeable a las variables que puedan afectarle.

 

Variables que afectan a la cohesión

Los factores de meta colectiva y realista, interacción y sentimiento de pertenencia y satisfacción no están solos cuando se trata de cohesión equipo sino que se encuentran influidos por una serie de variables que pueden darse como tamaño y composición del grupo, la competitividad intragrupal, estrés, resultados, características de la comunicación, roles y conformidad, subgrupos dentro del equipo, edad, estilo de liderazgo del entrenador, organización del club, carisma de su líder, objetivos, etc.

 

Tamaño y composición del grupo

Tanto el tamaño como la composición del grupo pueden influir en el grado de cohesión. En los equipos con un gran número de jugadores es más difícil conseguir fomentar la cohesión porque la percepción de la contribución de cada uno al éxito se difumina con más facilidad, las relaciones interpersonales se dificultan y el liderazgo requiere de unas características estructurales más definidas. En cuanto a la composición del equipo, es evidente que cuanto más estable y permanente es esa composición más fácil resultará esa cohesión, si por el contrario un equipo cambia de jugadores constantemente la tarea se dificultaría.

 

Competitividad intragrupal

Una frase muy popular entre los entrenadores es: “se compite como se entrena”, es decir que para ser competitivos en los partidos hay que intentar hacer los entrenamientos lo más parecido posible.

 

En la competitividad intragrupal hay que tener en cuenta varias consideraciones. El fomento de la competitividad de un equipo suele ser un argumento para el incremento de la cohesión, pero un exceso de competitividad fundamentada en el deseo de reconocimiento dentro de un mismo equipo suele ser negativa para el rendimiento del equipo.

           

Por otro lado es inevitable que exista competitividad interna, sobre todo en jugadores que juegan en la misma posición y tienen un nivel parecido. Esta competitividad puede ser beneficiosa si está bien canalizada, pero si no es así puede dar lugar a enfrentamientos.

 

Resultados

Unos buenos resultados ayudan a que el grupo esté unido y fomenta el buen clima entre sus miembros. Por el contrario cuando no se obtiene el resultado deseado, es más fácil que puedan aparecer disputas entre los jugadores o que se acrecienten los problemas ya existentes.

Cuando un equipo marca un objetivo en cuanto a resultados se refiere, debe ser prudente y tener una meta alcanzable. Si se pone un objetivo muy difícil y no se consigue, puede producir frustración y repercutir negativamente en el clima de equipo.

 

Características de la comunicación

Las características de la comunicación interpersonal suelen ser un excelente indicador de la cohesión. En un equipo cohesionado la comunicación entre los jugadores es una comunicación frecuente, recíproca y positiva.

 

Roles y conformidad

Será importante para la unión de un equipo el grado en que los jugadores entiendan y acepten las tareas que se les asigna y se sientan satisfechos con ellas.

 

Subgrupos dentro del equipo

La formación de subgrupos o camarillas dentro del equipo deviene como algo natural dentro de la dinámica grupal. Lo que puede perjudicar a la cohesión del equipo no es tanto la aparición de este fenómeno natural, sino la definición de metas y objetivos distintos a los que tiene el equipo.

 

Cómo medir la cohesión de equipo

Cuanto más sepamos sobre variables como la integración de los miembros en el grupo, orientación hacia la tarea que desempeñan, grado de satisfacción individual, etc..., en mejores condiciones nos encontraremos para, si es necesario, buscar las herramientas que puedan corregir comportamientos o actitudes que desfavorecen la buena marcha del equipo ó, en otro caso, ayudar a potenciar las que sí son correctas y van en línea con un desarrollo armonioso del grupo, es decir, comportamientos, actitudes, formas de resolución de problemas..., que favorecen la creación de un ambiente que facilita la consecución de los objetivos que se plantean, sean éstos de rendimiento, de ejecución o cualquier otro que se establezca de acuerdo a las características propias del equipo (edad, tiempo juntos, características de la competición, expectativas del entorno...).

 

Un entrenador puede apreciar la cohesión de un equipo simplemente desde la observación fijándose en los comportamientos o conductas de los jugadores, incluso en los pequeños detalles como en el lenguaje gestual. Pero si queremos disponer de una radiografía más exacta para analizar las relaciones de carácter interpersonal y una visión del grupo mucho más precisa, tenemos la posibilidad de utilizar test o cuestionarios sociométricos.

 

 Formas para fomentar la cohesión de equipo

No hay una fórmula mágica para fomentar la cohesión en un equipo porque cada grupo humano tienes sus características y sus propias peculiaridades, además como ya hemos comentado a lo largo del trabajo, la cohesión es un proceso dinámico y complejo que está condicionado por muchas variables. Aunque si de forma general podemos mencionar algunas de las pautas o formas de intensificar la cohesión de equipo:

 

- Abrir canales de comunicación ofreciendo oportunidades para la participación del jugador. Debemos intentar que los jugadores se sientan protagonistas dentro del equipo, al fin y al cabo son ellos los que juegan, y tengan la confianza suficiente para expresar sus opiniones. Aunque el entrenador tenga la última palabra a la hora de tomar decisiones, es una experiencia enriquecedora disponer de un clima con dosis democráticas para que los jugadores se sientan más implicados en el proyecto en que se trabaja.

 

- Desarrollar el orgullo y el espíritu de identidad colectiva dentro del grupo mediante el establecimiento de objetivos dirigidos hacia metas realistas, individuales y de conjunto. Los sentimientos de orgullo y satisfacción se desarrollan cuando los sujetos y grupos logran conseguir metas realistas.

 

- Hacer todo lo posible por poner en común las expectativas sobre qué tipo de conductas son apropiadas.

 

- Valorar las contribuciones personales insistiendo en la importancia de cada uno de los roles que se necesitan para la ejecución grupal.

 

- Reconocer los méritos mediante la recompensa de ejecuciones individuales excepcionales. Si los objetivos realistas están fijados y cada uno de los sujetos comprende su rol con claridad, la materialización adecuada de ese rol debe ser reconocida para intensificar sentimientos de orgullo y confianza en el grupo y en sus miembros.

 

- Hacer todo lo posible por conseguir el consenso y el compromiso mediante el empeño total del equipo en las actividades relativas al establecimiento de metas y de normas.

 

- Llevar a cabo reuniones periódicas de equipo para resolver conflictos o simplemente para comentar el desarrollo de la temporada.

 

- Permanecer en contacto con los líderes formales e informales en el equipo. Los miembros del equipo con gran prestigio y la posición no solo son un barómetro para la medición de las actitudes y sentimientos del grupo; ellos también son agentes eficaces para la implantación de cambios necesarios.

 

- Centrarse en el éxito antes de comenzar cualquier tipo de fallos. Un ambiente de equipo positivo se desarrolla si la naturaleza positiva del grupo y la ejecución individual son resaltadas antes de que se comenten los errores.

 

- Evitar una programación excesivamente difícil al comienzo de la temporada. Los fallos deben ser considerados como reductores de la cohesión del grupo, como algo que atenta contra el orgullo que los miembros sienten por el grupo y de su compromiso para con las actividades relacionadas con las metas grupales.

 

- Incrementar el desarrollo de la identidad grupal mediante las camisetas del equipo, las funciones sociales y las prácticas de iniciación.

 

- Fomentar la interacción entre todos los miembros del equipo. No hay que evitar de forma tajante la aparición de subgrupos, pero si intervenir cuando no todo el mundo trabaja en la misma dirección.