La importancia de la planificación en la preparación física

22.07.2014 14:03

Como preparadores físicos de un equipo de baloncesto, resulta importantísimo realizar una planificación para conseguir todos los objetivos físicos que se han planteado para nuestro equipo. Tales objetivos dependerán del nivel del equipo y sobretodo de la categoría, ya que no podemos marcarnos los mismos objetivos para un equipo en categoría sénior, que para un equipo de categoría alevín.

 

Lo primero y más importante, es que como preparadores físicos coordinemos nuestro trabajo con el del entrenador principal, ya que los resultados serán mejor si todos trabajamos en la misma línea, proponiendo ejercicios que puedan trabajar tanto nuestras capacidades físicas como los contenidos técnico-tácticos que el entrenador requiera en ese momento.

 

El baloncesto, por su naturalidad competitiva (en la cual todas las semanas hay competición, e incluso algunos equipos tienen dos partidos por semana) no podemos utilizar un modelo de periodización tradicional, sino que utilizaremos un modelo de alternancia de cargas y puestas a punto, es decir, planificaremos cada una de las semanas en función de los resultados anteriores y del rival contra el que nos toque competir. Así unas semanas serán de acumulación de cargas (partidos que no consideremos muy “importantes”, por lo que no importa que nuestros jugadores lleguen “pesados” de piernas) y otra semanas serán de carga de trabajo muy bajas, puesta a punto para el partido (semanas en el que el partido sea fundamental para la consecución de nuestros objetivos, si nos enfrentamos a un rival directo).

 

Podemos considerar la puesta a punto como “el periodo previo a la competición en el que se reduce significativamente el nivel de carga con el fin de incrementar el rendimiento del deportista en competición” (Costill and col., 1985; Van handel and col., 1988; Yamamoto and col., 1988; Houmard and Johns, 1994).

 

Es fundamental el control de la carga interna del deportista para poder controlar todo el proceso del entrenamiento. Como preparadores físicos no tenemos demasiadas herramientas para el control de la carga, por lo que tenemos que utilizar variables como son la frecuencia cardiaca, cuantificación de la carga en función de nuestros ejercicios u observar las sensaciones de los jugadores durante el entrenamiento.

 

Es importante que los jugadores estén durante toda la temporada en un buen nivel físico que le permita aguantar el ritmo de competición, pero como ya sabemos es imposible que un jugador se encuentre en su pico de forma durante toda la temporada. Por eso tenemos que jugar con los estímulos y las cargas de entrenamiento, para mantener a los jugadores en un nivel aceptable durante la temporada, ni muy bajo, ni siempre con cargas muy altas (ya que podemos caer en el sobreentrenamiento y aumentar el riesgo de lesión), para llegar en nuestro punto óptimo de forma para aquella fase decisiva de la temporada (ya sea para los play-off, o para la lucha por el descenso).

 

Si durante un partido o un entrenamiento vemos que los jugadores están en un nivel de forma muy bajo, será el momento de meter un microciclo de carga o impacto que produzca una adaptación en su organismo para subir su nivel físico, si por el contrario estamos ante una semana decisiva y hay que llegar sin ningún tipo de fatiga al partido, realizaremos una semana de puesta a punto o tapering, incluyendo un microciclo de activación.

 

Ahí está la importancia del buen preparador físico, el ir jugando con las cargas para construir un buen engranaje entre los microciclos. No podemos alternar muchos microciclos de carga seguidos (fatigarían demasiado a los jugadores), ni podemos juntar tampoco más de tres semanas de tapering o puesta a punto (ya que los niveles de fuerza máxima o el umbral láctico bajarían de forma preocupante).

 

Los jugadores de equipos de categoría sénior están completamente formados para asimilar todas las cargas de entrenamiento, no ocurre así con equipos de categorías iniciales de formación.

A pesar de conocer el calendario de juego y a los equipos contra los que nos vamos a enfrentar, es prácticamente seguro que tengamos que ir modificando lo que anteriormente habíamos planificado, según los resultados que vamos obteniendo.

 

Por eso, como ya hemos dicho anteriormente, tendremos que planificar cada semana, o como mucho en periodos de dos o tres semanas.

 

En posteriores artículos comentaremos los diferentes microciclos que existen, qué se trabaja en cada uno de ellos y cómo jugaremos entre unos y otros en nuestra planificación según las características y las condiciones que se presenten.