BabyBasket

 

Desde hace unos años venimos desarrollando el Proyecto de Iniciación al Baloncesto en un club deportivo en el que empezamos a trabajar con niños a partir de los 5 años de edad. Supongo que como a muchos, cuando nos llegan este tipo de niños, que apenas saben correr, que muchos no saben ni lo que es el baloncesto, nos planteamos de que modo enfocar la enseñanza y de que manera encauzar su aprendizaje para que el niño en los dos primeros entrenamientos no diga a su madre que no quiere volver con nosotros.

 

Imaginemos…un deporte en el que una acción natural como es andar, es falta, botar y volver a botar, falta también, saltar y volver a saltar otra falta, acostumbrados a ver mover el balón con los pies en la tele…falta y así una acción tras otra…no lo neguemos…visto así no es nada atractivo para los pequeños que inician nuestro deporte.

 

Por eso cuando un niño entra en una escuela con 5 o 6 años, lo primero que debemos enseñarle es a jugar. El monitor debe luchar también con las pocas horas de Educación Física que se dan en la escuela, con la poca relación que tienen los niños con otros niños fuera del horario escolar, y por eso ante todo debemos enseñarles a jugar. Primero el juego, después y mas adelante vendrá el baloncesto.

 

Como dice Antonio Carrillo, el deporte actual es un fiel reflejo de los derroteros por los que se mueve actualmente la sociedad. Algunos signos que la caracterizan en la actualidad son: la ley del mínimo esfuerzo, buscar el éxito rápido y el reconocimiento social por encima de la autosatisfacción personal, el individualismo por encima del grupo y el no querer compartir con los demás las pequeñas cosas del día a día.

 

Con esta situación es responsabilidad del monitor no solo que el niño aprenda a jugar al baloncesto (seguramente sea el fin último), sino que se eduque dentro de un grupo, que asuma normas de compañerismo y de convivencia, mostrarle hábitos higiénicos adecuados, llevar a cabo una educación integral, y mostrarle el mayor numero de vivencias y experiencias posibles.

 

Así que debemos tener claro que el principal objetivo que tenemos que tener como monitores-entrenadores debe ser la diversión, sin dejar nunca de lado el aprendizaje y la superación personal. Debemos trabajar siempre para la felicidad del niño, para que este se sienta participe e integrado dentro de un grupo, para proponerles nuevos retos, para motivarles, para educarlos en valores intrínsecos en la enseñanza deportiva como puede ser el respeto, la asunción de normas, el compañerismo…